3. Aprende a decir “no” con datos, no con emociones
En empresas jóvenes es fácil caer en la trampa de aceptar cada oportunidad o propuesta “por si acaso”. Pero decir sí a todo diluye el foco y los recursos.
La clave está en tener datos que respalden el no:
- Proyecciones financieras.
- Capacidad operativa actual.
- Prioridades estratégicas ya fijadas.
Un no bien fundamentado es una de las mejores herramientas de crecimiento.